Tengo dos dedos en la frente quemándome
y la suficiente soberbia
para saber lo que sé,
para comprender lo que comprendo.
Personalidades abstractas,
preparadas,
para transmitir lo que les venga en gana
a cada momento,
en una realidad que dura 6 horas,
que solo huelen a alcohol y sexo,
y la lealtad se creyó ociosamente
una cualidad de cualquiera.
- Así no te extrañe que estemos contra las cuerdas – Le dijo.
- Contra las cuerdas ya estábamos, ahora nos las ponemos al cuello – Contestó sin miramientos.
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