lunes, 21 de junio de 2010

Miedo y Asco en Las Palmas





Ignora esa terrible droga, Finge que no está pasando...



Momento de claridad



Si compruebo el número de latidos en estos momentos de la madrugada
la cuenta me saldrá por millones y millones por segundo; 
me estás tocando, los mares rebosándome entre las piernas y la Luna subiéndome la marea,
así no hay quien cierre los ojos, o sí, pero no para encontrar el sueño, ya me entiendes. 

Que se me agotaron las escusas, y ya no tengo nada a lo que agarrarme porque
yo misma me he cortado los hilos, que cuando se trata de oleajes en mi tripa
poco me importa mañana o si todo está mal o no.
A si que abro la boca, lentamente, la poso sobre la tuya y te cuento un secreto,
te como las paredes y corazas, y por solo un segundo vuelvo a verte en los ojos
el brillo de siempre, el que ya nunca muestras, como ya casi nunca miras, 
casi por ese momento en especial, entonces vuelves a valer la pena.

Mi cama se convierte en un cohete listo para estrellarse contra todos los motivos
que nos hicieron ponernos en caminos opuestos, y mis ventanas se abren
para darnos lecciones de exhibicionismo barato a tus propios ojos,
porque me ves desde fuera y te niegas a mirarme directamente, como tu sabes; por dentro.

Que ya nos conocemos de sobra, y que no podemos fingir un tipo de cosas, 
aunque yo me haga la dura no he cambiado tanto, y tu no te quedas atrás,
que seguimos siendo los mismos creyéndonos otros, y así no vale. 
Hacemos trampas una vez más, por incontable vez, te cuento mi historia como si vivieras ajeno
y me salto tus capítulos ante ti para creerme un poquito mas valiente, y otra vez, así no vale.

Juguémonos el tipo y los cuerpos dándonos las treguas que hagan falta como si esto
fuera nuestra última vez, hasta que volvamos a volvernos cuerdos o todo lo contrario. 
No me importan las maneras ni las formas, ni siquiera el exceso de saliva en mi almohada, 
ni que ya no sea la única, porque sé que soy la única con la que puedes sentir esto,
y así, sí, mor amour, así vale y quien te diga lo contrario, te mintió.

Ahora, concéntrate en este momento y que si luego te gusta buscar precipicios por donde tirarte, yo no seré quien te quite la ilusión.